"La anatomía es el destino. Las niñas sufren toda la vida el trauma de la envidia del pene tras descubrir que están anatómicamente incompletas" .
Freud
________________________
Se não conseguem romper com as correntes da misoginia, silêncio!
Se não conseguem romper com as correntes da misoginia, silêncio!
Deixem que outros sons, cores e poesias os curem deste mal.
A Mulata Grande de Carybé
O AMOR
Na selva amazônica, a primeira mulher e o primeiro
homem se olharam com curiosidade. Era estranho o que tinham entre as pernas. –
Te cortaram? – perguntou o homem.
– Não – disse ela.
– Sempre fui
assim.
Ele examinou-a de perto. Coçou a cabeça. Ali havia uma
chaga aberta.
Disse:
– Não comas mandioca, nem bananas, e nenhuma fruta que
se abra ao amadurecer. Eu te curarei. Deita na rede, e descansa. Ela obedeceu.
Com paciência bebeu os mingaus de ervas e se deixou
aplicar as pomadas e os unguentos. Tinha de apertar os dentes para não rir,
quando ele dizia:
– Não te preocupes. Ela gostava da brincadeira, embora
começasse a se cansar de viver em jejum, estendida em uma rede. A memória das
frutas enchia sua boca de água. Uma tarde, o homem chegou correndo através da
floresta. Dava saltos de euforia e gritava:
– Encontrei! Encontrei! Acabava de ver o macaco
curando a macaca na copa de uma árvore.
– É assim – disse o homem, aproximando-se da mulher.
Quando acabou o longo abraço, um aroma espesso, de
flores e frutas, invadiu o ar. Dos corpos, que jaziam juntos, se desprendiam
vapores e fulgores jamais vistos, e era tanta formosura que os sóis e os deuses
morriam de vergonha.
En la selva amazónica, la primera mujer y el primer hombre se miraron con curiosidad. Era raro lo que tenían entre las piernas.
EL AMOR
En la selva amazónica, la primera mujer y el primer hombre se miraron con curiosidad. Era raro lo que tenían entre las piernas.
-Te han
cortado? -preguntó el hombre.
-No -dijo
ella-. Siempre he sido así.
Él la examinó
de cerca. Se rascó la cabeza. Allí había una llaga abierta.
Dijo:
-No comas
yuca, ni plátanos, ni ninguna fruta que se raje al madurar. Yo te curaré.
Echate en la hamaca y descansá.
Ella
obedeció. Con paciencia tragó los menjunjes de hierbas y se dejó aplicar las
pomadas y los ungüentos. Tenía que apretar los dientes para no reírse, cuando
él le decía:
-No te
preocupes.
El juego le
gustaba, aunque ya empezaba a cansarse de vivir en ayunas y tendida en la
hamaca. La memoria de las frutas le hacía agua la boca.
Una tarde, el hombre llegó corriendo a través de la floresta. Daba saltos de euforia y gritaba:
Una tarde, el hombre llegó corriendo a través de la floresta. Daba saltos de euforia y gritaba:
-¡Lo
encontré! ¡Lo encontré!
Acababa de
ver al mono curando a la mona en la copa de un árbol.
-Es así -dijo
el hombre, aproximándose a la mujer.
Cuando terminó el largo abrazo, un aroma espeso, de flores y frutas, invadió el aire. De los cuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jamás vistos, y era tanta su hermosura que se morían de vergüenza los soles y los dioses.
Cuando terminó el largo abrazo, un aroma espeso, de flores y frutas, invadió el aire. De los cuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jamás vistos, y era tanta su hermosura que se morían de vergüenza los soles y los dioses.
Nenhum comentário:
Postar um comentário
Participe! Adoraria ver publicado seu comentário, sua opinião, sua crítica. No entanto, para que o comentário seja postado é necessário a correta identificação do autor, com nome completo e endereço eletrônico confiável. O debate sempre será livre quando houver responsabilização pela autoria do texto (Cida Alves)