La destitución de Rousseff supone un daño inmenso a las instituciones brasileñas
La senadora brasileña Lidice da Mata sostiene un cartel en el que se lee
"Fraude y golpe" en la última audiencia del juicio político contra la
presidenta Dilma Rousseff. Cadu Gomes EFE
_____________________
La destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff,
aprobada ayer por el Senado del país por 61 votos a favor y 20 en contra
constituye un golpe bajo al funcionamiento institucional de un país que durante
décadas y con esfuerzo se había convertido en ejemplo de democracia consolidada
para toda la región.
Los partidos políticos responsables del apartamiento han
utilizado torticeramente un procedimiento de destitución previsto en la
Constitución para casos extremadamente graves y lo han ajustado a juegos
políticos cortoplacistas sin importarles el daño causado a la legitimidad
democrática. En una república presidencialista la destitución del Jefe del
Estado es un hecho de extrema importancia, una excepción al sistema que permite
al Parlamento revocar la voluntad popular y destituir a quien ha sido elevado
directamente en las urnas a la máxima institución de Estado. Por tanto, no
puede ser utilizado más que en casos excepcionales y de forma muy tasada so
pena de crear una grave crisis política e institucional.
Pero este no es el caso de Dilma Rousseff. Al ser imposible
encontrar ninguna prueba de implicación en el escándalo Lava Jato, una red de
corrupción generalizada en la que están implicados destacados miembros de
partidos que ayer votaron contra ella, los legisladores han recurrido a un
motivo, la desviación en el presupuesto, que aunque previsto en la Constitución
carece de suficiente entidad política para justificar la destitución de
Rousseff y el trauma y división al que se aboca al país.
Que Rouseff haya sido depuesta pero no inhabilitada para
ocupar cargos públicos, demuestra que el Congreso brasileño ha aplicado las
normas sobre destitución con objetivos bien distintos a los que la norma
perseguía. Estamos ante un fraude de ley que arroja una grave sombra sobre el
futuro inmediato de Brasil, más necesitado de unidad ante la crisis económica y
política que de divisiones irreconciliables.
Fonte: El país, en 31 de agosto de 2016.
Nenhum comentário:
Postar um comentário
Participe! Adoraria ver publicado seu comentário, sua opinião, sua crítica. No entanto, para que o comentário seja postado é necessário a correta identificação do autor, com nome completo e endereço eletrônico confiável. O debate sempre será livre quando houver responsabilização pela autoria do texto (Cida Alves)