El Consejo General del Poder
Judicial (CGPJ) sigue teniendo constancia de que hay jueces y juezas que
utilizan en sentencias el llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP)
aplicado a mujeres a las que acaban por privar de la custodia de sus
hijos o hijas. Por ello, el órgano de gobierno de los jueces reitera la
recomendación de 2013 y pide a los magistrados que dejen de utilizarlo.
Lo ha hecho el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del consejo en la guía de actuación judicial frente a la violencia de género,
que acaba de actualizar. A lo ya dicho hace tres años, el CGPJ añade
una sentencia del Tribunal Supremo que muestra "profundas dudas
científicas sobre la existencia de ese síndrome y sus causas,
consecuencias y soluciones".
Este supuesto síndrome, que no ha sido reconocido por
organizaciones científicas como la Asociación Americana de Psiquiatría o
la Organización Mundial de la Salud, fue ideado por el médico Richard
Gardner en los años 80. Según su teoría, un progenitor (la mayoría de las veces la madre) aliena a sus hijos contra el otro en el contexto de la disputa por su custodia.
Maltratadores con custodia
Garnder fue acusado de no probar científicamente el síndrome y de
basarse en su experiencia –se encontraba en un litigio por la custodia
de sus hijos–para formularlo. Por eso, el CGPJ califica el SAP de
"teoría pseudo-científica" y muestra su preocupación por que sea usado
"para culpar a las mujeres de los miedos o angustias razonables de los
niños hacia su padre violento".
Y es que
muchas de las sentencias que aluden al SAP concluyen que la madre
manipula a sus hijos o hijas en contra del padre porque han verbalizado
un rechazo hacia él, muchas veces condenado por violencia de género.
Esta supuesta manipulación es la razón, según los jueces y juezas que lo
aplican, por la que hacen un cambio de custodia en favor del padre.
Fue el caso de Patricia y su hermano Jesús, que fueron durante años obligados a ver a su progenitor,
condenado anteriormente por violencia machista. Una jueza concluyó que
el rechazo que mostraban a las visitas procedía de "una influencia
obstaculizadora materna", llegando a prohibir a su madre y a todo su
entorno tender contacto con los menores durante varios meses.
Años después, Patricia ya es mayor de edad y ha escrito un libro que se
llama "Ya no tengo miedo". En él relata el calvario al que le sometió
la justicia obligándole a ver a alguien con el que no querían estar. Por
eso, el Poder Judicial añade que "no puede fundamentarse un cambio de
custodia en favor de un progenitor investigado por violencia de género
en el llamado SAP".
Convertir un problema relacional en enfermedad
Privar de la custodia a las madres y del contacto con los menores es el
supuesto tratamiento que Gardner concibió como solución. "Defendemos la
independencia judicial, pero hay que visibilizar que este síndrome – o
cualquiera de sus denominaciones alternativas– es una construcción
jurídica, no científica, que no debe usarse en sede judicial", afirma
Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio.
En nuestro país hay psicólogos y juristas que defienden el supuesto
síndrome, incluso el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos
de España emitió en 2008 un comunicado en el que lo validaba. La
publicación fue contestado por varios profesionales críticos con el SAP.
Así, la psicóloga clínica Sonia Vaccaro asegura que hay padres que
pueden "malmeter", pero "no es una enfermedad".
La clave, afirma, radica en que "Gardner transforma un problema
relacional en una enfermedad" que concluye en "el secuestro judicial del
menor". El CGPJ hace hincapié en sus recomendaciones en que el rechazo
de un menor hacia su progenitor puede explicarse sin recurrir al
SAP. Vaccaro asegura que esa actitud puede deberse a "antecedentes de
violencia o de abusos sexuales".
Son casos de este tipo –en los que la mujer denuncia al padre por
presuntos abusos hacia el menor– los que ha acreditado el CGPJ. De
hecho, muchas madres han comenzado a asociarse en colectivos
como Infancia Libre, que cuenta con decenas de casos de
mujeres a las que se les ha aplicado el SAP después de denunciar
supuestos abusos. Estas madres denuncian "un déficit" de investigación
de estos casos.
El SAP a través de los equipos psicosociales
De hecho, en su informe La justicia española ante el abuso sexual infantil Save
the Children califica de "preocupante" que los juzgados den crédito al
SAP "sin practicar una investigación exhaustiva, lo que podría conllevar
la desprotección" de los menores. La ONG alerta de que esto "pueda
estar obstaculizando la investigación de presuntos abusos sexuales
sospechados e incluso verbalizados por niños y niñas".
La mayoría de las ocasiones, tal y como específica la jueza Paloma Marin en su estudio El supuesto SAP y su proyección en las resoluciones judiciales,
la mayoría de las veces este concepto "se introduce en las sentencias" a
través de informes periciales. Los que elaboran los equipos
psicosociales adscritos a los juzgados. "Sin embargo, estos informes
deben ser auxiliares y deben ser contrastados con otros", apunta
Carmona.
En este sentido, el Consejo General del
Poder Judicial añade en la actualización de las recomendaciones este
2016 como "esencial" formar "a los profesionales de los gabinetes
psicosociales" en violencia de género. Marin, además, añade que el SAP
"es un instrumento creado al servicio de la estigmatización de las
mujeres".
Así, la Asociación Española de
Neuropsiquiatría (AEN) rechaza su uso y asegura que es "un grave intento
de medicalizar lo que es una lucha de poder por la custodia de un
hijo". La organización lo define como "castillo en el aire" de Gardner y
resalta el "sesgo de género" en su aplicación, ya que las sentencias
con las que cuenta el Consejo General del Poder Judicial sobre el tema
son referidas a mujeres.
Fonte: Eldiario.es - Catalunya, hacia el 1 de octubre
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